Primer Heiva I Paris
La organización de este primer Heiva I Paris fue magistral. A pesar del corto tiempo dado a Ken y Serena Carlter, el evento se realizó sin problemas y además sin que el público notara ninguno de los pequeños errores que surgieron a lo largo del evento. Es cierto que hacía un calor sofocante en el teatro que, a lo mejor, no estaba necesariamente diseñado para albergar un evento de tan larga duración.
Pudimos apreciar excelentes candidatos, especialmente la doble finalista Vainui Duberne, quien ganó el primer premio en dos disciplinas: Aparima y Solo vahine.
La experiencia de ser juez en el primer Heiva de París, con la compañía de Matani Kainuku, Tuarii Traqui y Teura Marakai, fue muy gratificante e instructiva.
Por ejemplo, me di cuenta que el sistema de puntuación, una replica del modelo del Heiva I Tahiti, puede llegar a ser perjudicial.
Puntuamos por separado varios criterios, que se tienen que considerar de manera independiente: técnica, presencia, posición corporal, acorde con el texto en el caso de un Aparima, etc…
Además cada criterio debe tener la misma importancia en el puntaje.
La fichas de puntaje se recogen y es únicamente la suma de todos los puntos que decide los resultados, ya que ninguno de los criterios se multiplica por un coeficiente.
Lo que a veces lleva a resultados sorprendentes que el mismo jurado podría llegar a dudar.