Conocimientos básicos del ori Tahití
Hay dos movimientos básicos: el tahiri (que también se encuentra bajo el deletreo “tairi”), y el tatue también llamado otamu. Los cinco pasos básicos, que son repertoriados y se enseñan en el conservatorio artístico de Polinesia (así que todas sus variaciones), provienen en realidad de estos dos movimientos.
En efecto, en la danza tahitiana como en otros tipos de baile, las diferentes técnicas son una manera de marcar el ritmo de su música mientras que los movimientos corporales representan una manera de concebir el universo.
El universo “Maohi” (es decir polinesio, en su sentido ampliado) es todo lo opuesto a sintético, de hecho es intrínsecamente analítico; lo que en la danza se plasma en una gran complejidad. Esta complejidad no es aparente a primera vista por lo que se ha llegado a pensar que el vocabulario coreográfico del ori Tahití sea bastante limitado.
Sin embrago, la complejidad del movimiento bailado añadido a la ausencia de conceptos sintéticos o sintetizados en la visión del baile tradicional se traduce a menudo en coreografías que apilan pasos unos encima de otros sobre ritmos desenfrenados.
Probablemente de ahí proviene la casi ausencia pedagogía definida en la enseñanza de la danza. La transmisión del conocimiento se produce en general por “impregnación”. O sea que se muestran los pasos y en el mejor de los casos se llega a corregir diciendo:
Explicar a los estudiantes el porque del como de los pasos sigue siendo una manera de hacer marginal al menos de que el estudiante haga las preguntas correctas.
Sin embargo, los pasos de baile son varios y diversos en cuanto se adquiere el nivel de competencia requerido. El aprendizaje requiere muchos años de práctica y hasta ahora son pocas las personas que han llegado a ese nivel; aunque la danza, como ocio o deporte, se practica ampliamente en la Polinesia.