Noticias y actualidades: Heiva 2013
El Heiva 2013 está llegando a su fin.
Dos grupos profesionales se destacaron con brío, y de hecho, los ganadores anunciados por el jurado no han suscitado ninguna controversia.
Además, debo de admitir que estoy de acuerdo con la decisión del jurado, este no es siempre el caso.
Encontrará todos los resultados aquí.
Ori i Tahiti ocupó el primer lugar en la categoría “hura ava tau”, la antigua categoría “amateurs”, y por lo tanto, ganó el premio “Gilles Hollande”.
Esta categoría se refiere a los grupos que nunca han ganado el primer premio en esta categoría. Así, el grupo que gané el primer premio en la categoría “hura ava tau” pasará directamente en la categoría “hura tau” en el próximo Heiva en el que participe.
Ori i Tahiti presentó un espectáculo muy agradable, cuyo tema honra los valores de la cultura polinesia.
Éste es un tema recurrente en el Heiva. Ori i Tahiti quiso cuestionar el futuro del hombre maohi que perdió su espiritualidad, su tierra y sus valores ancestrales; que se encuentra perdido en la angustia y la desesperación.
Los dos ganadores de la categoría Hura tau son Hei Tahiti, que ganó el premio “Madeleine Mou’a”, es decir el gran premio y Toakura, que recibió el segundo premio en la categoría.
Los dos grupos presentaron un espectáculo magnífico.
Hei Tahiti, en una ejecución perfecta, hizo una presentación intachable con la leyenda de Tahiri vahine, quien agita su abanico mágico para derrotar a aquellos que codician su tierra.
Como sucede a menudo en las creaciones de Sandrine Trompette, las mujeres son un tanto fuertes y guerreras. En oposición a un cierto sentimentalismo que se encuentra habitualmente en este tipo de espectáculos. Una magnífica actuación que merece el primer premio de manera incontestable.
Toakura presentó un tema particularmente sensato y bien pensado, escrito por Chantal Spitz. A través de este tema, los bailarines y sus movimientos reflejan, tal un espejo, y ponen en escena con gran poesía el sacrosanto “mito polinesio”. Afirman la necesidad de reencontrar “el eco de los antepasados.” Aunque el eco de los antepasados no se escuche más, no implica que haya desaparecido y siempre está dispuesto a manifestarse a los que quieran escucharlo…como por ejemplo los bailarines de Toakura.
El premio a la mejor orquesta fue, como casi siempre, para el maestro indiscutible de percusiones polinesias, Iriti Hoto, y su orquesta Heikura Nui.
Este palmarés no tendría nada de sorprendente, si no fuera por la decisión asombrosa del jurado de no otorgar el premio de mejor bailarín y mejor bailarina este año. ¡Algo nunca visto en el Heiva!
Fue responsabilidad de Marguerite Lai, miembro del jurado y directora del grupo O Tahiti E, varias veces ganador del gran premio, de anunciar esta decisión.
El jurado decidió por unanimidad no otorgar el premio al mejor solista este año. Se alega que los solicitantes no prepararon adecuadamente sus actuaciones.
De hecho, Manouche Lehartel, presidente del jurado, declaró en el cuotidiano La dépêche de Tahiti “el Ori Tahiti no está escrito en nuestro ADN: se tiene que trabajar y practicar para alcanzar un buen nivel. “
Marguerite Lai, entrevistada por la noche de entrega de los galardones, dice que se trata de una decisión unánime del jurado, destinada en particular a promover la calidad de la ejecución de la danza. Esta decisión se ha de poner en perspectiva con la reciente popularidad mundial del Ori Tahiti: es imperativo que los Tahitianos sigan siendo los mejores en su arte. En el futuro, una ejecución de calidad media no podrá ser galardonada por el primer premio en el Heiva.
Cabe recordar que la gran ganadora del primer concurso internacional de solistas, que se celebró en diciembre pasado en Tahiti, fue una estadounidense de California. Lo que tuvo que sorprender a más de una persona.
Michele Chazeaux, periodista y comentarista emérita del Heiva, declaró hace poco que “en principio, los grupos presentan a los mejores bailarines en el concurso de solistas.” El “en principio” hizo sonreír a algunos.
Es importante recalcar que no todos los grupos tienen la misma actitud. Algunos grupos, como Temaeva, organizan votos dentro de la tropa para que así sean elegidos los candidatos entre los que desean competir. Mientras que en otros grupos es el director el que decide, a veces basándose en criterios que pueden ser sorprendentes.
Habitualmente salvo excepciones, la competencia por el mejor solista nunca ha sido prioritario para los grupos. Hecho que por lo general deja el campo libre a los
Candidatos, aunque ahora puede que esto cambie, y tal vez no veremos actuar más a la prima política de la tía del hermanastro del director del grupo.
Este año no he visto a todos los candidatos. Entre los que he podido ver, algunos eran obviamente muy buenos bailarines y bailarinas, pero por otro lado tengo que señalar haber visto un movimiento escasamente trabajado y además una cierta pobreza en algunas coreografías.